Traductor

La Colombofilia Inglesa








Corría el año 2009, cuando a punto de abandonar la afición por una serie de circunstancias que son largas de explicar, retomé una labor de investigación sobre la colombofilia inglesa, que previamente había comenzado ya a sondear allá por el 2006.

Por aquel entonces, con mucha menos información en internet de la que actualmente existe al respecto, me había llamado la atención que en el mes de Junio realizaban un concurso de gran fondo desde España; concretamente desde la localidad catalana de Palamós. Aquella era una suelta extrema donde soltaban muy pocas palomas que debían atravesar toda Francia, saltar el Canal de la Mancha y con gran dispersión en sus destinos, volar grandes distancias en solitario. Algo no apto para cualquier paloma, ni colombófilo. Se daba un aire -salvando las distancias- a nuestro gran fondo asturiano donde se envían muy pocas palomas que hacen velocidades bajas y al final deben volar solas. Sueltas duras de segundo día salvo excepciones. Las distancias oscilaban entre los 1100 km y los 1300 km de algunos colombófilos del norte.

En mi segunda incursión ya más en profundidad, devoraba reportajes de sueltas nacionales e internacionales. Comencé ojeando clasificaciones para conocer los nombres de colombófilos destacados. Los más sonados eran del sur de la isla. Tenían menores distancias, lo que les permitía enviar palomas a las sueltas internacionales.

¿Qué fue lo que me decantó por las palomas inglesas?

Son varios los factores que por aquel entonces me movieron a bucear en su colombofilia.

Antes de esto, tenía a la colombofilia inglesa como una colombofilia de media distancia por ser una isla y ver que los pocos colombófilos que salían reflejados en las clasificaciones internacionales, marcaban pocas y tarde. El haber cogido palomas extraviadas inglesas de formato avión, apuntalaba mis sospechas. La gente hablaba que algo tan inglés como las apuestas eran el motor de su afición. Y que cuidaban mucho las razas puras. Eran sonados los Busschaert como raza oriunda de la campiña.

Cuando comencé a investigar en serio lo hice por dos motivos: su clima y su aislamiento. Algo que a priori se ajustaba a mis necesidades.
Seguidamente me gustaba lo que leía sobre ellos. Eran gente que huía del mercantilismo. Ese del que adolecen los países bajos que son el gran caladero de la mayoría de colombófilos que importa palomas en España. En líneas generales parecían gente seria y honesta. Muchos de ellos no están interesados en vender. Muy suyos. Como todo lo británico.
Finalmente, el ir descubriendo que realizaban sueltas como Palamos o Lerwick; que participaban con muy pocas palomas en sueltas internacionales (lo que explicaba sus pobres resultados) y por tanto sus palomas debían separarse y volar solas durante muchos km, terminó de decantar la balanza hacia la isla y no hacia el continente. Hasta tal punto de convertirme en anti-continental. O "anti-Aardenista" como me considero aún en la actualidad. Aunque esa sangre está por todas partes y seguramente en mi palomar corre aunque sea en nimios porcentajes por varias de mis palomas. Es inevitable.



La colombofilia inglesa se organiza en clubs locales que a su vez forman parte de federaciones que son las que suelen organizar competiciones de menor kilometraje: hasta los 800 km o 500 millas al cambio.
Los colombófilos que compiten a nivel nacional o internacional, pueden estar afiliados a más de un club para poder participar en sueltas federativas y nacionales/internacionales simultáneamente; usando las primeras a modo de rodaje para sus palomas gran fondistas. Cuando compiten a nivel nacional o internacional, cada club que participa en estos eventos tiene dividida la isla en secciones, por lo que cada paloma recibida ocupa una posición a nivel de su sección y otra a nivel nacional/general (Open).
Como yo estaba interesado en estas últimas competiciones “mayores”, os diré que existen 4 grandes clubes:


NRCC: North Road Championship Club. Este club vuela la ruta norte llegando a soltar las palomas en una isla situada al norte de Escocia: Lerwick. Mucha gente volaba esa ruta. De hecho una parte de mis palomas fueron seleccionadas durante mucho tiempo allí. Cuando te dicen que sueltan al norte de Escocia y te vas al mapa aquello te parece brutal. La otra cara de la moneda es que muchos de los años, el viento era favorable por lo que apenas perdían palomas. Esa falta de selección hizo que muchos se decantaran por la ruta sur desde Francia.

Para ella existen 3 clubes:

BICC: British International Championship Club. En este club están sobre todo los colombófilos del sur de la isla que tienen distancias que van de los 900 a 1100 km. Envían palomas a las 6 sueltas internacionales que se celebran en Junio-Julio y hasta la primera semana de Agosto por todos conocidas: Pau/Agen o Burdeos/Sant Vincent/Barcelona/Marsella/Perpiñán. Es el equivalente al Cureghem Centre belga.

BBC: British Barcelona Club. Este club es más nacional y digamos coexiste con el BICC de modo que hay colombófilos afiliados a uno, al otro o a ambos. Por ejemplo en la suelta de Barcelona, se hacen clasificaciones paralelas. Son el club que algunos años sustituyen la suelta de Barcelona por la de Palamos. Aparte hacen unas sueltas previas desde Francia. Todas ellas a nivel nacional.

NFC: National Flying Club. Este club es solamente nacional. Organiza varias sueltas desde Francia siendo la suelta reina el Grand National que durante muchos años hacían desde Pau y desde el 2005 sueltan en Tarbes. Para muchos colombófilos ingleses es su particular Barcelona. Sobre todo para los de las Middlands y el norte que por su situación geográfica, lo de enviar a sueltas internacionales les queda grande.

Por tanto, la ruta más explotada es la francesa.

Los ingleses no sueltan desde barcos, ni nada parecido como alguna vez he escuchado. Las que cogen un barco son las que en ocasiones aparecen por aquí. El resto: leyendas urbanas.

El argumento más utilizado por los colombófilos ingleses para ensalzar la dificultad de su colombofilia es el de las “ Channel races”: sueltas desde Francia en las que las palomas deben sobrevolar el Canal de la Mancha. En términos de los concursos internacionales, donde las palomas inglesas suponen un porcentaje muy pequeño del convoy internacional y encima debe separarse en dirección opuesta a la mayoría, el canal supone un plus. En sueltas nacionales, excepto en Palamos donde llegan pocas y disgregadas, es un simple charco de agua.

El otro argumento para agrandar su leyenda y subestimar a las palomas continentales, es valerse de su ubicación fuera de la línea de vuela del continente. Dicen de las palomas continentales que lo tienen mucho más fácil y están mucho menos seleccionadas ya que siguen el bando y además todas llegan a una superficie muy pequeña de terreno donde no les cuenta tanto separarse. Y en esto último, estoy de acuerdo con ellos. Sin que ello quiera decir que todas las inglesas sepan volar sólas y ninguna holandesa o belga sea capaz de hacerlo, pues como ya dije en otra entrada, las grandes palomas son buenas en todos lados. Pero puestos a escoger…para mis necesidades particulares: inglesas, por favor.

Todo esto que os cuento lo fui descubriendo cuando contacté con un colombófilo inactivo pero con grandes conocimientos sobre esta colombofilia que compite a nivel nacional e internacional. Muy británico y anti-continental en lo que a orígenes de las palomas se refiere. Defensor a ultranza de las líneas de palomas seleccionadas allí durante generaciones. Me ayudó mucho y me puso en contacto con otro gran colombófilo anti-comercial y desconocido -incluso entre los ingleses-, pero regular como un martillo pilón cuando envía a 1100-1300 km. Hicimos buenas migas.

En el año 2010 importé un lote de palomas inglesas, que como cité en una entrada anterior fueron las que me proporcionaron mis primeras palomas al reloj desde la suelta de gran fondo en Asturias, demostrando que las palomas extraordinarias lo son en cualquier lado. Pero como todo lo bueno, no abunda. Y poco a poco las voy seleccionando. No todo vale. Y menos para aquí.

Pero mi “affaire” con la colombofilia británica, aunque aún persiste sostenido por el motivo inicial de mis pesquisas (clima y aislamiento), ya no tiene la chispa de antaño. Se ha ido apagando.

¿Las causas?

1-La colombofilia inglesa actual en la que las predicciones meteorológicas permiten soltar en condiciones cuasi óptimas las palomas, ha convertido a las sueltas de fondo en verdaderas carreras de velocidad. Las “old english bloodlines” no tienen cabida en esta colombofilia moderna. No al menos en aquel escenario. Es por ello que el 90% de las palomas con anilla GB, son líneas continentales. La gente se ha ido cambiando de “bando”. Y como los españoles…rechazando lo propio. Yo he tenido la fortuna de conocer a un colombófilo fiel a sus principios, que cultiva una línea de palomas sin introducciones continentales desde hace más de 50 años. Un colombófilo holandés o belga anticomercial, podría parecérsele, pero  mi convencimiento de que sus palomas no están seleccionadas en ambientes hostiles ni donde tienen que volar solas, sino en sueltas de gran número de palomas donde prima la velocidad y no la tenacidad que yo necesito aquí, no me valen.

2-El Canal de la Mancha es un salto de mar que si lo afrontan desde el paso de Calais, donde en días sin bruma se visualiza Dover sin problemas, no supone una dificultad. Para mí no es un obstáculo. O no al menos de tanta magnitud como lo dibujan ellos. De hecho cuando ves clasificaciones, observas que las palomas van regresando días después de cerrarse el concurso. No se las traga el mar. Es cierto que en ocasiones cuando se ven los tiempos de vuelo, parece ser que no todas las palomas costean hasta Calais. Algunas se tiran antes y por tanto tienen más km de mar abierto. Como decía en una entrada anterior: hay que vivir allí para opinar con fundamento.

3-La orografía es totalmente llana. Al igual que Francia, Bélgica y los países bajos, las palomas allí sólo tienen que remar y remar. Eso sí, la presión rapaz sin ni llegarnos a la suela es mayor que la del continente. Quizás también influya la dispersión de palomares que no reparte las pérdidas, lo cual magnifica el problema.
De todos modos, estoy orgulloso de poseer esa base de palomas inglesas procedentes de familias que conservan sólo genes de allí seleccionadas antaño en condiciones meteorológicas mucho más adversas. Por tanto: palomas lentas pero tenaces.

Por mi localización: aislado y con un tramo final de vuelo muy complicado y a pesar de que las velocidades y porcentajes de recepción han mejorado en los últimos 5 años en Asturias gracias a la búsqueda del día ideal para soltar con buen tiempo, necesito esa tenacidad en mis palomas. Y hoy en día las últimas palomas tenaces fuera de España, para mí están allí: en Inglaterra.

¡Nos vemos en el aire!
palomarmofrechu@yahoo.es

¿Dónde están las mejores palomas?




Como ya habréis podido leer en casi todas las entradas del blog enfatizo la dificultad que tenemos para practicar la colombofilia donde me ha tocado nacer. Es cierto que a veces los árboles no dejan ver el bosque y quizás para algunos lectores magnifico la situación. Me gustaría que aquellos que tuvieran dudas se dieran una vuelta por aquí aunque sólo fuera por conocer el paisaje.

 Vista aérea de la costa oriental asturiana de este a oeste. 
Al fondo: Ribadesella.

Y es que en realidad, he creado este blog y escribo en él con la misma pasión que vivo esta afición para así canalizar la frustración e impotencia que en ocasiones siento tras muchos años peleándome con el medio y las circunstancias. Me siento incomprendido por multitud de gente que al no padecerlo, le da igual.

Lejos de ser categórico en mis conclusiones, esta vez quiero reflexionar sobre un tema delicado que cuando se debate personalmente suele levantar ampollas. Y es que en realidad no nos lleva a ningún lado lo que a continuación escribo. Muchos, incluso,  pueden sentirse ofendidos por ello. Pero quiere expresar mi opinión al respecto, con el máximo respeto hacia los que en esos lugares practican la colombofilia.

Muchas veces tenemos ideas preconcebidas del grado de dificultad de los diferentes países y regiones. Y lo sé, la mayor parte de las veces en un porcentaje mayor o menor estamos errados. Dentro de un mismo territorio hay zonas más agrestes; más aisladas o mal situadas donde localmente se hace más difícil competir.

Es por ello que daré mi opinión basada en algunos datos que manejo por experiencias o contactos aquí y allá aunque soy consciente y de los que creo que para opinar hay que vivirlo. Debe uno enfrentarse en la práctica a la situación concreta para luego emitir un juicio de valor que siempre será personal, pero al final es el nuestro.

Me crié en una zona donde la cultura del "arrastre" estaba fuertemente arraigada. Ribadesella fue años atrás un "caladero de extranjeras". Colombófilos asturianos de renombre visitaban los palomares del oriente asturiano en busca del codiciado diamante: palomas extraviadas extranjeras que entraban o eran cogidas en los palomares de la zona. Nunca fui un ferviente seguidor de los “extranjeros” como los denominábamos por aquí. Aunque reconozco haber soltado mis palomas cuando veía alguna paloma forastera en los meses de verano por la curiosidad de ver de dónde era. Holandesas, inglesas, belgas, francesas, portuguesas, alemanas e irlandesas. De todas esas nacionalidades han peregrinado en mi palomar palomas exhaustas o heridas. Me encantaba indagar en la historia de esas supervivientes por lo que siempre escribí a todas y cada una de las palomas recogidas. Antes por correo postal y ahora por e-mail. Siempre nos sorprenden e incluso  a veces surgen nuevas amistades colombófilas.
En el fondo, creo que casi todos los colombófilos españoles tenemos, no sé si por complejo de inferioridad o alguna otra oscura razón, algo dentro que nos dice que la genética de los animales de países con más raigambre colombófila y esas grandes distancias que no nos da nuestra península ibérica, es superior a la paloma de aquí. Yo he cambiado ese concepto. Y aunque puede que no sea la última vez que lo haga, por ahora me he forjado mi propia opinión a este respecto: lo mejor es lo que cada uno talla en su tierra con su propio esfuerzo y tesón.

Siguiendo con la "fiebre de los extranjeros":  hace ya muchos años, llegaba a extremos tales en los que había colombófilos que llevaban maíz en el bolso en los meses de verano por si veían alguna por la calle echarle el guante. Otros llegaban a dispararles en el ala con una escopeta de perdigones. Y en una ocasión, se cortó la luz de una farola en una calle para coger una paloma que dormía en el alfeizar de una ventana. Yo no lo presencié en primera persona pero hay testimonios visuales que aseveran que fue verídico. Lo gracioso del caso era que luego de coger muchas de ellas la gente las soltaba o regalaba. No era un negocio.
Había gente que medía la calidad de aquellos animales por su edad y el número de anillas que llevaban en las patas. Daba igual si eran simples clips de colores, una anilla de propiedad y con el número de teléfono, o una anilla de chip. Por aquel entonces se valoraba mucho el doble rossor y que fueran cuñadas en el ala. Eso era signo de suelta internacional; de gran colombófilo y paloma de calidad. Y sí, es cierto que aquí cayeron palomas de colombófilos de renombre sobre todo belgas y holandeses, por ser los más conocidos. Las palomas por razones que desconozco cogían la costa cantábrica y la seguían en dirección opuesta a su palomar. En otros casos sospechamos que se posaban en barcos a descansar y al zarpar estos desde el oeste de la costa francesa, las iban aproximando a estas latitudes. Cada una tiene su propia historia. Y hablo en pasado porque ahora, no se ven tantas palomas extraviadas como antes. Mi teoría es que hay más halcones. Y ya se sabe que en la ecuación, halcón y paloma son inversamente proporcionales.

Como apasionado de las distancias extremas, hace años veneraba a colombófilos del norte de Holanda cuyas palomas seleccionadas para tal menester volaban hasta 1350 km dejando atrás a cientos de palomares de Francia, Bélgica y Holanda para llegar a su meta. Por aquel entonces, veía a la colombofilia inglesa como una colombofilia muy parecida a la mía por aquello del clima húmedo, paisaje verde, el canal, la niebla, la dispersión de palomares y ese halo de misticismo que envuelve todo lo británico. A los belgas los veía como colombófilos enfrascados en su historia pero que no habían evolucionado. Y a los alemanes, como una colombofilia más moderna pero con menor potencia al enviar menos palomas a las sueltas internacionales. La francesa era una colombofilia a priori de segunda en relación a sus vecinos del norte. Y la portuguesa una colombofilia de poco caché especialmente por el concepto equivocado de país inferior al nuestro, las distancias limitadas por la geografía desde las que celebraban sus concursos y el elevado número de pérdidas que tenían.

A nivel nacional, yo siempre tuve claro que lo más difícil eran las islas y luego en tierra el norte de España. Y dentro del norte, Asturias. Y dentro de Asturias, el Oriente. Por tanto, en el ranking estábamos bastante arriba.

Por distancias extremas, canarios, catalanes y gallegos se llevaban la palma rozando e incluso superando la cifra mágica de los 1000 km. Luego aparecieron los andaluces soltando desde Francia. A lo largo de los años descubrí que la influencia del viento era crucial en el desarrollo de la actividad colombófila en unas y otras zonas. Especialmente en las islas donde el mar no ofrece obstáculos.

Y es que es todo tan difícil de mesurar y comparar que aunque a priori se podría pensar en que la dureza de una línea de vuelo se mide en base a los porcentajes de recepción de cada una de sus sueltas, si analizamos un poco más en profundidad las horas de vuelo: cuándo y como de agrupadas o espaciadas van llegando las palomas, complicaremos más el análisis. Pero nos aproximaremos más a la realidad. Así,  una suelta de 750 km donde en 4 días se recibe un 25% de las palomas enviadas pero las primeras a 600 m/min, para mí es tan dura como una suelta de la misma distancia con un 15% de palomas recibidas pero todas en el primer y segundo día a velocidades de 1100 m/min las primeras. Todo es relativo. Y lo sé: todo esto son generalizaciones y prejuicios.

Se tiende a pensar que palomas seleccionadas en condiciones más benévolas en lo que a orografía o clima se refiere; que vuelan en zonas con gran densidad de palomares; que soportan menor presión rapaz; o que son liberadas en grupos mucho mayores que donde uno vuela, no sirven. Uno piensa que cuando la tenacidad prima sobre la velocidad, o la inteligencia sobre el músculo, se necesita algo especial. Reconozco que en esto estaba equivocado. Hay muchos ejemplos que lo desmontan. Ahora bien, la posibilidad de que eso ocurra, creo que es mayor que si la muestra de la que partimos ha sido seleccionada en condiciones más parecidas a las nuestras. De todos modos, la paloma extraordinaria lo es en cualquier lado. El gran problema es la escasez de esos ejemplares.



A raíz de mi incursión en la colombofilia inglesa que comencé encumbrando para posteriormente terminar desestigmatizando, desarrollé aversión por la colombofilia que ellos llaman continental. Se podría decir que al igual que en el fútbol hay gente que sin ser del Barcelona es anti-madridista, yo aquí hablando de palomas de gran fondo sería “anti-Aardenista”. Sé que han colonizado el mundo –incluyendo mis antaño veneradas Islas Británicas- por ser palomas maratonianas pero a la vez rápidas. Y en terrenos llanos como son tanto la Europa continental, como la isleña, esas palomas “van”. Quizás no cuando las condiciones del viento en contra o chubascos, calor, etc complican la suelta y ahí si son las palomas de líneas oriundas las que dan la cara y apelan a su selección. Pero en general son palomas versátiles y que han dado juego en muchas latitudes. Lo reconozco.

Partiendo de esa base, no soy imparcial al respecto y veo a los países bajos como granjas de palomas para vender ubicadas al lado de palomares para competir. El problema es que las que venden al menos a países del tercer mundo como nos consideran a nosotros, son las del palomar-granja. No del palomar de competición.
En resumen, veo a la colombofilia centroeuropea muy mercantilizada, aunque excepciones habrá, obviamente.

Otro punto que me disuade de interesarme en ellos más allá del punto comercial, es el terreno en que se mueven. He estado en Holanda y todo parecido con España es simple coincidencia. He cruzado Francia en coche y más de lo mismo. He estado en el corazón de Inglaterra y ni rastro de cordilleras. Sólo pequeñas colinas.
La "autopista colombófila de Europa" en verde


Y volviendo a Inglaterra: en aquellas incursiones iniciales en su colombofilia y cuando yo sólo veía kilómetros, pensaba que a aquella gente les faltaba precisamente eso: distancia. Cuando volaban a nivel internacional, sus distancias oscilaban entre los 850 y los 1100 km. Por ello, no me terminaban de llenar. Aparte, no había mucha información por aquel entonces sobre ellos. Al menos no a mi alcance a través de internet que en aquellos años estaba aún en fase embrionaria y no tenía ni una millonésima parte de información de la que gozamos hoy en día.

Como uno va evolucionando y teniendo más información que nos proporciona la red, los pensamientos y opiniones sobre la colombofilia inglesa fueron cambiando. Y siguen en proceso de cambio. Pero eso lo dejo para la próxima entrada.

¡Nos vemos en el aire!
palomarmofrechu@yahoo.es