Han pasado ya 3 meses y medio desde
que concluyese la campaña de adultas. El verano ha sido poco favorable para
poder sentarme a escribir por lo que hoy, aprovechando que estoy más liberado,
comparto mis sensaciones sobre lo acontecido este año en mi colonia.
Sin moverme de mi máxima “menos es
más” que tan pocas pero enormes satisfacciones me ha dado en este deporte, esta
temporada decidí retocar algo la preparación explorando el campo de la motivación.
Por cuestión de logística como
sabéis, preparo las palomas al natural. Y salvo hace 6 años, no crío con las
viajeras antes de iniciar la campaña. Pero este año quise mimetizarme tanto con
el espíritu del 2012 que las dejé subir un pichón. Enseguida vino a mi mente
todo aquello que no por conocido creía iba a suceder: puestas escalonadas,
huevos en blanco, algún que otro huevo roto…Esto supuso un hándicap importante en
cuanto a tiempo y dificultades para entrenarlas por carretera con pichón. Y lo
que es peor, no aportó nada positivo a las palomas que aunque no tuvieron
desgaste, pues para el primer concurso ya no tenían pichones al cargo, tampoco
tuvieron una mayor vinculación al nido.
De hecho, tras las primeras sueltas
de velocidad me quedé practicamente sin hembras, llegando sólo 1/11 enviadas
por 10/14 machos regresados/enviados. Algo jamás experimentado, ni explicado
por parte de ninguno de los muchos colombófilos con los que lo compartí. ¿Falta
de calidad? ¿Es que todas las hembras no servían ni para volar 8 horas? ¿Motivación
adversa por aquello de que las hembras son más de huevos y los machos más de
pichón?. No entendí nada y el habitual bajón “post-velocidad” de todos los años, se vio agravado por este
fenómeno atípico. La parte positiva fue disponer de hembras reproductoras en
descanso que cumplieron de largo la misión de consortes de los machos
supervivientes.
Para más INRI, por el mal tiempo que
imperó todo el mes de Mayo y Junio, la suelta de fondo se retrasó 11 días lo
cuál trastocó todo al ir al natural. Tuve que dejarlas sacar un pichón e
incluso agenciar alguno de las reproductoras por haberles tirado ya los huevos
para ir sobre falsos. Envié 5 machos y aunque la suelta no fue especialmente
dura, recibí sólo 1 por la tarde del segundo día entre neblina y orbayo, como
jamás ví regresar a ninguna otra paloma en mi palomar. Y menos viniendo de un
fondo. Era el 77. Macho largo y algo corpulento pero con una garra descomunal.
Ese macho tenía algo me dije. Y lo llevé para el palomar de reproducción. Tengo
a sus padres pero en ese momento creí que era necesario asegurar: una sóla
paloma de fondo disponible para enviar a gran fondo, ¿para qué arriesgarla?. El
año estaba finiquitado. Horríbilis hasta ese momento.
Keith tras regresar de Castuera-530 km
Esto fue lo que tuvo que atravesar para llegar
Pero unos días antes, el día del
enceste para el fondo, decidí en un pronto repentino encestar para el CLADN
(Clásica del Norte). En esta segunda edición se soltaban las palomas desde el
Pto de Sta Mª y yo aunque no tenía palomas con el esquema clásico de
preparación para tamaña empresa, me ofrecí a colaborar enviando 2 machos. Uno
de ellos había hecho tan sólo 3 entrenamientos de 10, 30 y 75 km unos 2 meses
antes, y la suelta de velocidad de 230 km en la que voló unas 6 horas. Macho
algo corpulento para colmo y que se había quedado sin hembra en esa suelta de
velocidad y deambulaba por el palomar arrullando y barriendo a otras hembras. El
macho en cuestión no me gustaba. Además, sus padres por separado no habían dado
nada de valor y él si que había sobrevivido a un entreno de pichones muy duro
donde sólo recibí un 20% a lo largo de 2 semanas, entre ellos él que recuerdo
lo hizo lloviendo al tercer día.
El día del enceste del fondo asturiano
como dije, me lo llevé con otros 3 machos a Palencia. 100 km lineales. Faltaba
una semana para el enceste del CLADN y al estar oxidados tras varias semanas
sin ir a cesta, decidí activarlos y en base a los regresados escoger para
enviar. Junto con otro de los 4 que envié llegó en unas 3 horas. Al día
siguiente llegó otro y al cuarto día el otro. 4/4 machos enviados sin postura,
ni motivación alguna. Esto me decía
algo: había SUPERSALUD. Sin duda esta fue la clave de todo este año. O así lo
interpreto yo tras analizar lo sucedido.
La Clásica (CLADN) prometía como
desafío y cumplió con creces lo esperado: suelta extrema por la dispersión de palomares
que enviamos, la distancia y el pequeño tamaño del bando enviado. Las palomas
vuelan solas durante cientos de kilómetros. Y eso muy, pero que muy pocas lo
saben hacer. De hecho de 134 palomas enviadas, en 20 días tan sólo regresaron
17. Y ni una más casi 4 meses después que se sepa. Sólo 2 lo hicieron dentro
del control. Mérito colosal. Enormes ejemplares.
Los días posteriores al cierre del
control, seguía el grupo de Whatsapp por ver quién iba marcando y cómo llegaban
las “fuera de control”. Pero es a los 17 días cuando recibo un mensaje de
whatsapp pero no del grupo, sino de mi padre quién no es mucho de nuevas
tecnologías: “Hay una paloma con dos anillas en el palomar de vuelo. Termina en
45.” decía. En ese momento no estaba en casa pero se me encendieron los ojos. No
sabía si reir o llorar. Aún se me eriza el pelo al pensarlo. El 45 era el macho
que no me gustaba; que sólo había hecho 10,30,75,230 1 mes y medio antes y el entreno de 100 km 1 semana antes; que
había perdido a su hembra hacía mes y medio y estaba desconsolado por el
palomar. Ese macho rodado pluma blanca acababa de realizar una gesta mayúscula
para mí. Obviamente no por la “hora de marcada”, sino por las circunstancias del
concurso (bando minúsculo y dispersión máxima de palomares diseminados por todo
el norte peninsular); por la preparación ¿deficiente?; porque era un yearling y
macho (contraviniendo los tratados de que para sueltas extremas la veteranía es
un grado y que las hembras son las que triunfan) y por qué no decirlo: porque tenía
que llegar al palomar peor ubicado de largo de todos los participantes en esta
edición. Y llegó. Y se llamaría Cameron en honor al colombófilo inglés que me
cedió sus padres: Cameron Stansfield. Sin él, yo no seguiría con palomas. Sin
él, yo no hubiera empezado a marcar palomas de gran fondo. Y sin él, no las
prepararía de esta manera tan atípica o errónea para muchos, aunque no para mí.
Los resultados lo avalan.
Desgraciadamente había prestado a un
amigo a los padres por aquello de mi “mal gusto” y para entonces una rata se
los había comido unas semanas atrás. Pero hablando con él sobre la marcada,
salió a relucir que uno de los pichones que le había anillado el pasado año aún
sobrevivía en su casa. Textualmente me decía: “en veintitantos años que llevo
con palomas aquí y con la presión rapaz atroz de los últimos 3 años, jamás,
jamás, jamás tuve una paloma como esa. El azor no puede con él. No entra al
palomar. Duerme encima de un pegollo del hórreo”. Era su último superviviente
del lote de pichones que le regalé. Le dije que por curiosidad mirara la
numeración y veíamos de qué pareja era. Y bingo: era un hermano total de
Cameron. ¿Casualidad? Pues quizás. Pero dejadme que por un momento siga
creyendo en la calidad y no sólo en la casualidad. Ese macho está ya en mi
palomar de reproducción. No sé si dará nada de provecho, pero el día que lo fui
a recoger confirmé todo lo que su dueño me había dicho. Lo tuvo que coger de
noche para poder guardármelo y cuando me lo entregó, tenía un moño encima del
cuello de un navajazo de azor. Eso para estos parajes, se me antoja
indispensable o sea que con que sólo transmita ese carácter a mí me vale.
El 102-Hermano total de Cameron
Y es que inicialmente pensaba criar
con los dos hermanos pero…en Agosto de este año apareció un cartel de la RFCE
anunciando 2 sueltas extremas que para un apasionado de la larga distancia como
yo no puede dejar pasar: Melilla y Casablanca. Eso unido al CLADN y al gran
fondo asturiano, hacen que no pueda afrontar 4 sueltas de más de 700 km con
todo material en prueba: un puñado de adultas paradas, yearlings y tardíos.
Para enviar eso, no envío.
Si la suerte acompaña a la calidad
ya exhibida, Cameron será enviado a Casablanca. Si alguna paloma en mi palomar
puede hacerlo, es un superviviente como él. Creo que el CLADN no lo ha dejado
marcado y que no estaba muy saturado de concursos duros previos ya que como veis
la preparación por causas varias fue escalonada. Saltada. La paloma iba
descansada, no musculada. Y lo hizo. ¿Por qué no Casablanca? 1150 km. Calor
sahariano los primeros 350 km en África para luego saltar el Estrecho y rehacer
el camino que lo trajo a casa este año. ¿Utopía? En el año 2000, 2 palomas
asturianas lo hicieron. Llegaron a casa a las 2 semanas pero creo que a los
propietarios, como a mí este año, los llenó el recibirlas como pocas cosas en la
vida.
Tras 11 días encerrado en
reproducción y aún sin noticias del CLADN, decido encestar al 77 para Isla
Cristina. Nuevo pronto o vibración. Quién sabe. Lo paso al palomar de vuelo
donde tras 10 días lo encesto en postura. A la mano no iba en condiciones
óptimas pero…parece que lo importante no era como iba, sino como vino: a las
10.57 h del segundo día para cubrir los 717 km que este año fueron en Asturias
los que hizo la paloma con más distancia de la suelta de gran fondo. Pero eso es otra
historia que comentaré más adelante. El macho vino igual que fue: no vino más
bajo, ni tampoco entregado. De hecho le dí más mérito a su regreso del concurso
de 530 km que al regreso de éste. Bautizado como Keith en honor a Keith Bush,
el colombófilo inglés más genuino y rústico que haya conocido. Palomas talladas
a navaja. Bajo un criterio selectivo implacable. Único. Una medio hermana lo
demostró entrando en el día a media tarde de fondo dos años atrás y otra media
hermana lo hizo entrando de 880 km la 3ª insular en Menorca. No hay
casualidades. No. No las hay.
Tras el cartel de Agosto antes
comentado, Keith también será preparado en su caso para el objetivo de ir a
Melilla: 900 km. Si la suerte acompaña a su calidad, en Junio de 2019 espero
poder encestarlo. Luego, Dios dirá.
Para ir finalizando el resumen,
hablaba más arriba de 3 mosqueteros. Y es que el tercero es: El Judío. Macho
largo y corpulento bautizado ya antes de regresar de gran fondo a los 9 días,
porque jamás tuvo un nidal a su cargo más de 2 semanas. Otros machos le
quitaban la hembra y él no lograba imponerse. No tenía territorio. De hecho fue
encestado en persecución y por tanto iba bastante bajo a la mano si bien era un
macho quilludo. Una medio hermana de padre también hizo Pto de Sta Mª por 1
sólo día fuera de reloj. De nuevo: no hay casualidades. Desafortunadamente El
Judío ya no está en el palomar. Tras haberlo tenido encerrado en reproducción
durante 2 meses, lo devolví al palomar de vuelo para seguir volándolo quizás
con más fortuna si lograba una postura y preparación adecuadas, pero…desapareció
a los 2 días de soltarlo. ¿Accidente por algo de sobrepeso y la muda de la
cola? ¿Azor? Nunca lo sabremos. Es de esas cosas que duelen y mucho pues que
entre un bando de 80 pichones va y falte una paloma volada a gran fondo es algo
incomprensible. La preparación de El Judío también fue para anotar: 10 y 30km
como entrenamientos un mes antes de ir a la velocidad de 230 km de dónde
regresó al segundo día. Del entrenamiento de 30 km había regresado sin media
cola por ataque de halcón. Un mes después de la velocidad, sin postura alguna
regresa al final del segundo día como había comentado del entreno de 100 km.
Luego comienza a perseguir a una hembra que no llegó a poner antes del enceste
para el gran fondo que fue 3 semanas después del 100 km. Y voilá: 717 km al 9ª
día. Lo llevan dentro. Y sólo con salud, llegan. Con preparación llegan más
rápido y con motivación un poco más aún pero entramos en una zona roja de
riesgo donde ese exceso de punch en una zona como ésta tan revirada en el
relieve e insegura por las rapaces, puede pasar de ser un primer premio a una
paloma que no volvamos a ver. O sea que todo con medida, gracias.
El Judío (D.E.P)
La moraleja de todo esto es que para
gran fondo se necesitan buenas palomas. Y ya. Lo demás las mejora, pero no las
hace. La base, el cimiento, el fondo de todo, son las palomas.
Termino. No me gustaría que esto
fuera visto como una crítica. Es una simple opinión más: la mía. Y es que
considero un error importante el buscar y fijar a 3 años vista un punto de
suelta para gran fondo que para varios palomares no da la distancia de 700 km. Por
supuesto que es lícito ya que si se resta el 5% que permite la normativa a los
700 km mínimos para considerarse gran fondo, lo es, pero no es mi forma de entender
el gran fondo.
Y ojo, no quiero con ello restar ni
un ápice de mérito a las 2 palomas que se controlaron en el día de suelta con
distancias de 690-95 km. La península a los asturianos llega a darnos 820 km.
No. No quiero eso. Para esas distancias entramos en zonas de costa con mucho
viento que complica la suelta de salida. No recibir palomas no gusta a nadie,
pero acortar distancias para que todos reciban, lleguen muchas y lleguen
rápido, no va con mi concepto de gran fondo. Para eso podemos quitar lo de gran
y lo dejamos en un fondo largo que es como yo lo veo. Y en mi caso, al estar el
punto de suelta situado más en diagonal que para el resto de Asturias pues se
sitúa al SW y no al sur puro, me da unos 20 km menos que el punto de suelta
mínimo que yo creo “equilibrado” y que se llama Lebrija. Punto de suelta clásico
y con comprobaciones en el día cuando el viento lo autoriza. ¿Mi ideal? Puerto
de Santa María: 50 km más que Isla Cristina de este año y 35 km más que
Lebrija. Ahí bajamos el % de recepción de casi un 30% para Isla Cristina, a un
25% para Lebrija y a un 10-15% para Puerto de Santa María. Si queremos algún
día tener palomas de gran fondo, debemos seleccionarlas en gran fondo:
¡Nos vemos en el aire!
palomarmofrechu@yahoo.es